Diseñar el lugar de trabajo en función de la ubicación: lo que se debe y lo que no se debe hacer

Compartir:
Destacado

Una oficina diseñada en función de su ubicación puede decir mucho de una empresa y apoyar significativamente su cultura e imagen de marca. He aquí algunos aspectos a tener en cuenta, según Adrian Davidson, EMEA Head of Design de Tétris:

Reflejar la cultura local: Una oficina diseñada en consonancia con la cultura local demuestra que la empresa valora y respeta su entorno. Puede incorporar elementos arquitectónicos, materiales, colores o motivos culturalmente significativos para la comunidad local. De este modo, la empresa muestra su conexión con la región y se presenta como parte de la comunidad.

Destacar la identidad regional: Diseñar un espacio de oficinas que destaque las características únicas o los puntos de referencia de la región puede ayudar a crear un sentimiento de orgullo e identidad locales. Puede lograrse mediante obras de arte, decoración o elementos de diseño que simbolicen la localidad. Este enfoque puede fomentar una relación positiva entre la empresa y la comunidad al mostrar un sentimiento compartido de pertenencia.

Incorporar elementos naturales: Si la localidad es conocida por su belleza natural, el diseño de una oficina puede integrar elementos como espacios verdes, luz natural o vistas del entorno. Este enfoque puede crear una conexión armoniosa con la naturaleza, mejorar el bienestar de los empleados y alinear la imagen de la empresa con valores como la sostenibilidad y la conciencia medioambiental.

Adaptarse a los estilos de trabajo regionales: Las distintas regiones pueden tener estilos o preferencias de trabajo únicos. Diseñar una oficina que se adapte y adopte estas prácticas puede demostrar que la empresa entiende y respeta las costumbres locales. Por ejemplo, si el lugar hace hincapié en la colaboración y el trabajo en equipo, la distribución de la oficina puede dar prioridad a los espacios abiertos y las zonas comunes.

Apoyar la cultura y la imagen de marca: Coherencia con los valores de la marca: Una oficina diseñada para su entorno debe ser coherente con la cultura y los valores generales de la empresa. Aunque incorpore elementos locales, debe mantener una identidad de marca coherente. El diseño no debe comprometer el mensaje central, la misión o los valores que la empresa quiere transmitir.

Mejorar la experiencia de los empleados: El diseño de la oficina debe tener en cuenta las necesidades y preferencias de los empleados. Un espacio de trabajo bien diseñado puede mejorar la productividad, la creatividad y la satisfacción de los empleados. Al crear un entorno acorde con la cultura de la marca y que favorezca el bienestar de los empleados, la empresa puede mejorar su imagen como empleador preferente.

Diferenciación y singularidad: Un diseño de oficina específico para la zona puede ayudar a una empresa a destacar entre sus competidores. Puede convertirse en un rasgo distintivo que diferencie a la empresa y refuerce su identidad de marca. Si se incorporan elementos propios del lugar y se mantiene la fidelidad a la marca, la empresa puede crear una imagen memorable y auténtica.

Desafiar los guidelines de la marca: Diseñar una oficina en función de su ubicación puede suponer un reto para los guidelines de la marca. Requiere un cuidadoso equilibrio entre la incorporación de elementos locales y el mantenimiento de la coherencia con la identidad general de la marca.

 

A la hora de diseñar una oficina que incopore y respete las distintas culturas, es fundamental evitar ciertos errores. He aquí algunos aspectos clave que conviene evitar:

Estereotipos: No hay que basarse en estereotipos o generalizaciones sobre una cultura concreta a la hora de diseñar la oficina. Es esencial abordar la representación cultural con sensibilidad y evitar crear espacios que refuercen clichés o caricaturas.

Apropiación cultural: Hay que ser cauteloso a la hora de apropiarse de elementos de culturas diferentes sin la debida comprensión o permiso. La apropiación puede ser ofensiva e irrespetuosa, así que hay que asegurarse que los elementos culturales incorporados al diseño se hacen con autenticidad y respeto.

Falta de diversidad e inclusión: El diseño de una oficina que celebre la cultura no debe centrarse en una sola cultura ni excluir otras. El objetivo debe ser la inclusión, teniendo en cuenta las necesidades y preferencias de los distintos empleados. Cree un espacio que reconozca y aprecie las múltiples culturas, fomentando un sentimiento de pertenencia para todos.

Descuidar la funcionalidad en favor de la estética: Aunque la estética cultural puede aportar belleza y singularidad al diseño de la oficina, es importante no priorizarla sobre la funcionalidad. Equilibre los elementos culturales con consideraciones prácticas, asegurándose de que la oficina sigue siendo funcional y favorable para el trabajo.

No tener en cuenta la opinión de los empleados: Involucre a empleados de distintas culturas en el proceso de diseño. Sus puntos de vista y opiniones pueden ayudar a garantizar que el diseño de la oficina sea sensible, integrador y se ajuste a las necesidades y preferencias de los diversos trabajadores.

Investigación y comprensión insuficientes: Antes de incorporar elementos culturales al diseño de la oficina, investigue a fondo y busque la orientación de expertos si es necesario. Conozca a fondo el significado cultural, el simbolismo y la idoneidad de los elementos que piensa incluir.

Animamos a nuestros clientes a que integren en sus proyectos un diseño acorde con el lugar. Habla con nuestros expertos en diseño para saber cómo podemos ayudarte a hacer de la localidad un elemento destacado del diseño de tu espacio de trabajo.

Ponte en contacto con nosotros